Libro ¡SALVANDO A FÜNFÚJI!
Había una vez un niño llamado Marcos, Mar para los amigos, su media hermana Irene, Ire para los amigos y una pandilla de 10 monstruos que vivían con el:
Libroldo, Monstruo del arte
Zero, Monstruo de la sabiduría
Wall, Monstruo de las paredes
Rex, Monstruo de los dientes
Dra. Martola, Monstruo de las personas
Grandocs, Monstruo del tamaño
Cheff Moll, Monstruo de la cocina
Octofa, Monstruo de la música en clave de fa
Pintotona, Monstrua del papel
Box, Monstruo de la transforamación
Aigám, Monstruo de la mágia
Bartolo, Monstruo del todo-terreno
IvánTime, Monstruo de la hora
Malkey Walkey, Monstruo de la comunicación
Formy, Monstruo de las formas
Que fueron expulsados del Libro de los monstruos extraordinarios por el malvadamente burro Dr. Roscomiova y su completamente idiota ayudante Oseuq.
¡SALVANDO A FÜNFÚJI!
Estábamos tirados en el sofá cuando a Aigám de repente dice -se ha quedado un chino perdido en la cara oculta de la luna- parece ser que cuando despegaron para volver a china, se dieron cuenta que Fünfúji no se había subido al cohete y ya no podían volver a buscarlo, se comentaba que solo podría sobrevivir 3 días con el oxígeno y la comida que tenía.
- no lo podemos abandonar- soltó Mar -los países de la Tierra no lo pueden ir a buscar- y salta Zero : -¿pensasteis en como vamos a ir?-.
-¡Bartolo! ¿Crees que nos podrás llevar?- dijo Zero -Podría llevaros pero necesito oxígeno o agua y un impulso- contestó Bartolo.
Después de mucho rato de pensar decidimos lo que haría cada monstruo:
Box le produciría a Bartolo oxígeno
Bartolo llevaría a los monstruos en su alfombra mágica y Libroldo le leería 200.764 cuentos que hacen llorar.
Libroldo llevaría una biblioteca a bordo de libros que hacen llorar para leerselos a Bartolo
Grandocs se encargaría de impulsar la nave
Cheff Moll llevaría un hornillo para ayudar a Grandocs a impulsar la nave. Se encargaría de la cocina.
Wall construiría la nave con sus paredes
La Dra. Martola hablaría con algún extraterrestre para ayudarnos a averiguar el camino a la cara oculta de la luna
Octofa mantendría a los monstruos Ire y Mar felices.
-Ya está la tripulación lista, ¡debemos despegar!- dijo Libroldo.
Todos los monstruos se pusieron un poco nerviosos, nunca habían ido tan lejos.
-Despegamos, ¡estoy listo!- dijo Bartolo, -Cheff Moll creo que todos tenemos hambre!-
En el istante que dijo “hambre” el Cheff Moll nos sirvió un banquete de viaje.
-Que bonito paisaje- dijo la Dra. Martola hasta que vio un marciano y pregunto si íbamos por el camino correcto -Gnais Gnor Guel Gamino Gogecto Gamigos Gigan Gegto- dijo el marciano.
-Ahí esta- dijo el Cheff Moll estirando su ojo con una excelente vista.
La cara de alegría de Fünfúji era inmensa.
Aterrizamos.
Pero cuando vio a los monstruos saltó -Ahhhhhhh son... son..... ¡Monstruos!-.
Entre Grandocs y el Cheff Moll subimos a Fünfúji a la nave y lo llevamos de vuelta a la Tierra.
El viaje de vuelta fue muy entretenido y la trompetilla mágica de la Dra. Martola aprendió a identificar chino.
Fünfúji era muy divertido.
Cuando llegamos aterrizamos en Beijing y dejamos a Fünfúji, Bartolo nos llevó de vuelta a Oviedo.
Aterrizamos en el parque y miramos al cielo, habíamos cumplido la misión.
Un minuto mas tarde fuimos cantando a casa.
Al llegar a casa nos miramos unos a otros, nos guiñamos y dijimos todos -Todos para uno y uno para todos.
FIN
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